En una sentencia reciente, el Tribunal Supremo (TS) ha dado un giro significativo en la protección de los consumidores respecto a los gastos hipotecarios. Alineándose con el criterio del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), el Supremo ha dictaminado que el plazo de prescripción para reclamar estos gastos comienza cuando un juez declara nula la cláusula abusiva, y no antes. Esta decisión abre la puerta a una nueva ola de reclamaciones por parte de los consumidores.

Un cambio crucial en la doctrina judicial

El caso que ha propiciado esta sentencia involucró a unos clientes que firmaron una hipoteca con el Banco Santander en 1999 y reclamaron los gastos hipotecarios en 2017. El TS les dio la razón, afirmando que el plazo para reclamar no había prescrito, ya que solo empezó a contar cuando los consumidores supieron que la cláusula era abusiva. La entidad bancaria fue condenada a devolverles 407 euros más los intereses.

Este fallo rompe con la doctrina anterior del TS, que establecía que el plazo de prescripción comenzaba en 2019, coincidiendo con las sentencias que declararon abusivas las cláusulas que imponían todos los gastos a los clientes. Según esta nueva doctrina, el período para reclamar habría prescrito en 2024, siguiendo el plazo de cinco años del Código Civil, excepto en Cataluña, donde el plazo es de diez años.

Impulso a las reclamaciones de hipotecas antiguas

La sentencia del 14 de junio, conocida hoy, sigue el fallo del TJUE del 25 de abril, que dictaminó que la Directiva europea sobre cláusulas abusivas no impide que el plazo de prescripción comience desde la firmeza de la sentencia que declara la nulidad de la cláusula abusiva, siempre y cuando el consumidor no tuviera conocimiento de su abusividad antes. El TJUE rechazó la idea de que este plazo pudiera comenzar con las sentencias del TS de 2019, subrayando que la abusividad debe evaluarse caso por caso.

El TS asume este criterio europeo y concluye que, salvo que el banco pruebe que el cliente conocía la abusividad en una fecha anterior, el plazo de prescripción comenzará con la sentencia firme que declare nula la cláusula. Esto significa que muchos consumidores que suscribieron hipotecas antes de junio de 2019 y pagaron todos los gastos podrán ahora reclamar, incluso si la hipoteca ya está pagada.

Impacto potencial: millones de clientes afectados

Esta sentencia tiene el potencial de afectar a unos ocho millones de clientes que podrían reclamar una media de 1.500 euros. Aquellos con hipotecas anteriores a junio de 2019, donde la entidad bancaria les imputó todos los gastos, pueden iniciar reclamaciones. Desde esa fecha, la nueva ley hipotecaria asigna casi todos los gastos a la banca.

Conclusión

La decisión del Tribunal Supremo supone un golpe significativo a la banca y un triunfo para los consumidores, asegurando que tengan el tiempo necesario para conocer y reclamar sus derechos. Esta nueva doctrina refuerza la protección de los consumidores y alinea la jurisprudencia española con la normativa europea, proporcionando una mayor seguridad jurídica y facilitando la recuperación de los gastos indebidamente pagados.

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